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Voto alternativo local: 1 de cada 3 en Canarias, 1 de 5 en España

(Análisis de la dispersión del voto en Canarias hacia partidos y agrupaciones pequeñas en las elecciones municipales de 2011)

Si las elecciones municipales del 22 de mayo de 2011 en España tendieron a una mayor dispersión hacia el voto alternativo frente al de los grandes partidos representados en el Congreso, en Canarias esa tendencia fue aún más acusada. Y eso, a pesar de que el escenario municipal canario estaba ya en 2007 mucho más disgregado que el español.

El voto alternativo en Canarias avanzó más que en el conjunto de España: 5,5 puntos porcentuales, frente a los 4,7 puntos en el ámbito estatal.

Ese voto municipal que se aleja de las opciones mayoritarias fue ejercido por el 33% de los canarios que acudieron a las urnas y no votaron ni a PP, PSOE o CC (partidos con asiento en la Carrera de San Jerónimo) frente al 21,7% en España, (NCa no está en el Congreso y su 5,5% suma con los alternativos y agranda la distancia. Aun restándolo, las diferencias son apreciables).

Al margen de los que se abstienen, se ha ido conformando una bolsa muy amplia de ciudadanos desafectos a los partidos mayoritarios, donde se acaban de insertar en Canarias uno de cada tres ciudadanos que votan; mientras en el conjunto de España solo son uno de cada cinco.

Y se dio otra diferencia sustancial en Canarias: El voto alternativo no fue el que más avanzó, como en Península, ya que el voto municipal al PP canario creció 7 puntos frente a los 2 puntos en España. Fueron las dos únicas opciones que aumentaron en las Islas, ya que tanto PSOE (-8 puntos), CC (-1,4 puntos) y NC (- 0,2) vieron reducido su respaldo municipal.

Si el pasado miércoles analizaba en esta mismas páginas de EL DÍA la evolución del voto alternativo en los comicios autonómicos ( http://bit.ly/itVTbQ), hoy comparamos los cambios que ha experimentado en las elecciones municipales. Y utilizo los mismos criterios empleados en el balance hecho el pasado viernes (http://bit.ly/voto22M ) para el escenario municipal español, para facilitar las comparaciones. Es decir; entendemos el voto alternativo como la suma de los votos nulos y blancos y los obtenidos por partidos y formaciones que hoy no tienen representación en el Congreso de los Diputados.

El PSOE perdió en Canarias 8 puntos (frente a los 7 estatales) y se quedó con el 22% de los votos. El PP ganó 8 puntos, al subir hasta el 27,4%. CC redujo su respaldo 1,4 puntos, hasta el 22%. Y NCa, que podía haber despertado una ligera recuperación como IU en España, redujo ligeramente su apoyo en 0,2 puntos, a pesar de sus alianzas con otros partidos.

Los depositarios más significativos en el voto alternativo municipal, con más de 5.000 papeletas, son: Nueva Canarias-Nca (51.230 votos 5,5% del voto municipal en Canarias), IUC (22.695, 2,47%), Alternativa Si se Puede por Tenerife-ASSPPT (16.570, 1,80%), UPyD (6.814, 0,74%) PPMajo (4.545, 0,49%), PIL (4.920, 0,53%), RA (8.959, 0,97%), CCN (6.223, 0,69%), CIUCA (8.564, 0,93%), Votos en blanco (20.813, 2,21% ) y Votos nulos: 22.245, 2,36%).

Los Verdes, que consiguieron 18.777 votos en las autonómicas canarias, no lograron presentarse en ayuntamientos.

El análisis del nuevo mapa indica que la progresión del voto alternativo lo sitúa por encima de la primera fuerza política y disgrega en mayor medida las opciones de izquierda y nacionalistas, porque no ha afectado al PP, o lo ha hecho muy poco.

Un nuevo fenómeno: el activismo digital

Es especialmente interesante estudiar este tipo de voto porque es la primera vez en la historia en que existe una instancia, una fuerza sin líderes ni sedes ni registro, que ha llamado fuerte hacia el voto alternativo a través, sobre todo, de Internet. No lo hizo hacia la abstención o la inhibición, sino hacia una participación muy crítica con los poderes establecidos. Una participación que, al revés que otras veces, sube cuando el PSOE baja.

Parece claro que el movimiento #15M y etiquetas similares (#democraciarealya, #nolesvotes, #spanishrevolution, #acampadatenerife, #acampadalaspalmas) han tenido una evidente influencia en el crecimiento del voto alternativo, por su intenso activismo durante toda la semana anterior al 22-M y por la acaparación de la agenda mediática en los días previos.

Pero se ha producido una curiosa diferencia entre la Península y las Islas: Si allí derivó en un escaso crecimiento de dos puntos en el voto al PP, pero en una fuerte ganancia de comunidades autónomas y alcaldías, en Canarias los siete puntos de crecimiento del PP no los ha rentabilizado tanto en cuotas de poder. Como ocurre en Cataluña y en el País Vasco, la existencia de CC constituye en las Islas una barrera poderosa al bipartidismo.

En cualquier caso, en los ayuntamientos canarios, PSOE y CC cedieron muchos más votos hacia la derecha que hacia la izquierda, mucho más representada en ese «voto alternativo» del que venimos hablando. Y se dio la circunstancia de que CC avanzó 0,75 puntos y dos escaños en las elecciones autonómicas; y retrocedió 1,4 puntos y trece concejales en las municipales.

Los movimientos en el mundo digital (redes sociales y blogs) empujaron en el Archipiélago a muchos hacia la periferia del sistema, sobre todo por la izquierda y en el ámbito local. Abona también esa idea el hecho de que todas las encuestas fallaron en lo referido a la magnitud del descalabro del PSOE, mucho más intenso de lo predicho en Canarias y en España, por las movilizaciones de los últimos días, tanto on-line como off-line.

Hasta podría concluirse que CC y PSOE han conservado en Canarias sus bases más fieles, su suelo, mientras que los descontentos o desencantados se inclinaron hacia el PP y hacia el voto alternativo (incluidas las papeletas nulas o en blanco, que se duplicaron pasando del 2% del año 2007 al 4,5% del pasado domingo).

Hasta la última semana de la campaña, se consideraba que la influencia de Internet iba a ser algo significativa; pero se incrementó bastante al final. Hoy ya nadie puede negar que ha movido la silla en gobiernos autonómicos y ayuntamientos. Y quizá no tanto por su capacidad para animar a un voto en concreto como para disuadir de apoyar a algunas opciones.

En el futuro esa inmensa bolsa de voto alternativo puede crecer si el ciberactivismo se refuerza y se organiza. Pero también puede reducirse si la situación económica mejora o si los partidos mayoritarios adaptan sus estrategias al nuevo escenario y/o se hacen más permeables a las nuevas demandas. Porque no bastará con tener a los afiliados y simpatizantes bien agrupaditos en los perfiles de las redes sociales.

Ganarán más terreno quienes sean más capaces de retener o atraer hacia sus siglas a ese inmenso colectivo «alternativo», que poco tiene que ver con los tradicionales abstencionistas; desinteresados y desinformados las más de las veces.

Por eso, ya dentro de un año, la batalla electoral en la Red será más intensa y con más largo recorrido que los improvisados y últimos desembarcos en Facebook, Twitter o Youtube.

@danielcerdan

P.D.- Si las cifras no coinciden exactamente con la suma de las oficiales es porque el voto nulo no computa como voto expresado.

Publicado el 30 de Mayo de 2011 en El Día

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El voto alternativo en España: efecto de las redes sociales en la «ola PP»

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El voto alternativo en España: efecto de las redes sociales en la «ola PP»

El llamado voto alternativo (la suma de los que que no obtuvieron representación en el Parlamento de Canarias y el voto nulo y blanco), se triplicó en Canarias el 22 de Mayo de 2011 en las elecciones autonómicas. Ha pasado de los 42.023 votos de 2007 a los 118.340, un 12,4% del voto expresado, frente al 4,6% de hace cuatro años.

Es la expresión de los ciudadanos que fueron a las urnas pero no votaron a ninguno de los cuatro formaciones que han llegado al nuevo Parlamento de Canarias : PP (31,8% del voto), CC (24,9%, que integró ahora a CNN), el PSOE (21%) y NCa (9,1%, que agrupó a NC, al PIL y a Socialistas por Tenerife, escisión del PSOE).

En este cómputo del voto alternativo en Canarias se incluyen seis candidaturas: Alternativa Canarias Si se Puede- ACSSP (19.372 votos), Verdes (18.777 ), UPPyD (9.041 ), CGCa (7.387), IUC (6.889) y ANC (6.481).

Para su cáculo no he contabilizado las mínúsculas formaciones con menos de 5.000 votos; que fueron catorce y que hubieran sumado otros 28.000 votos más, elevando el porcentaje anterior en casi tres puntos, por encima del 15% . Y no se tienen en cuenta tanto por su pequeñez como, sobre todo, por el hecho de que no siempre se presentaron en 2007. Tampoco se ha considerado el voto que hace cuatro años obtuvo CNN y PIL, ya que en esta ocasión estan integrados en formaciones que han llegado la cámara autonómica.

En cualquier caso, para contextualizar su dimensión, esos 118.000 votos representan más de la mitad del apoyo a CC (225.757) y dos tercios del que obtuvo el PSOE (190.710)

No es un voto uniforme, de ahí que nadie pueda reivindicarlo para sí. Porque agrupa tanto a personas que rechazan el sistema parlamentario o a sus partidos dominantes como a otras cercanas a calificativos muy diversos: «libertarios, progresistas, anticapitalistas, feministas, anarquistas, comunistas, socialistas, o ecologistas», según se expresa desde alguna de sus paginas webs, sin llegar a captarlos a todos.

Todo ese amalgamado colectivo ya existía antes. En su inmensa mayoría se situaba a la izquierda del PSOE; incluyendo en Canarias a Izquierda Unida, que nunca ha llegado aquí al Parlamento.

Pero en la semana previa a las elecciones se vió impulsado por un movimiento diverso, sin cabeza o liderezgos concretos, y sin una nominación única. Su germen fue sembrado en febrero en las redes sociales y blogs mediante la etiqueta #nolesvotes. Surgieron luego múltiples ramas como #15M, #spanishrevolution #DemocraciaRealYa #AcampadaSol y otras múltiples «acampadas» en las principales capitales provinciales (#acampadatenerife #acampasadalaspalmas).

Ese movimiento de los también llamados «Indignados» ha tenido efecto significativo en los resultados, en España y en Canarias, más allá de que unos lo sobrevaloren u otros lo minimicen. Al principio se concretó por #Nolesvotes en el rechazo al voto a PSOE, PP y CIU (los tres partidos que aprobaron la llamada «Ley Sinde», la norma antidescargas libres de internet). Pero lo cierto es que, al final, concentró sobre todo sus efectos en los socialistas. Y, en menor medida, en otros partidos con responsabilidades de gobierno autonómico o local como CIU, PNV y CC, o en el PP.

Solo encuestas postelectorales muy bien hechas y precisas podrán concretar con cierto nivel de fiabilidad el coste o beneficio que ha supuesto para cada partido parlamentario. Sería irrelevante si a todos les restara votos por igual. Pero, si el impacto negativo se concentró mucho en Zapatero y sus siglas, como coinciden los analistas, fueron sus contrincantes (PP, CC y NC en Canarias) los que optimizaron en escaños propios los réditos matemáticos y electorales de la protesta; y no los acampados en las plazas o los partidos extraparlamentarios o alternativos.

Un estudio mínimamente profundo confirmaría que el principal beneficiario «matemático» y electoral de toda la «movida» de las acampadas y el #15M en el conjunto de España ha sido el Partido Popular; para asombro de una buena parte de los «protagonistas de la indignación». Por eso ya el lunes colgué en Twitter un adelanto de esta conclusión: «@danielcerdan: #spanishrevolution deviene en España en «revolución conservadora» y en #Canarias allana pacto de centro-izquierda CC – PSOE»

A nivel insular y local, donde los cocientes matemáticos son mucho más reducidos, la conversión en concejalías del voto alternativo en Canarias se ha multiplicado por diez: 216 concejalías frente a las 20 del año 2007 (sin contar entonces al CCN). Obtuvieron ahora concejales 35 agrupaciones o pequeños partidos que atrajeron el 20,8% del voto municipal útil de Canarias: Un porcentaje semejante al del PSOE (21,9%) y CC (22%), cuatro veces superior al de NC y cinco puntos inferior al PP (27,4%). (Para que luego algunos de los grupos parlamentnarios se quejen de las distorsiones de la ley electoral)

Esos 216 concejales «alternativos» ya representan casi una cuarta parte de los 1.191 que obtuvieron los siete partidos representados en el Parlamento Canario : PP, PSOE, CC-CCN, y NCa (NC-PIL-Socialistas por Tenerife)

Internet, y sobre todo su segunda capa (redes sociales y blogs), han tenido que ver con este fenómeno, que traslada a la política canaria la conocida teoría de The Long Tail (La Larga Cola)

Porque la red y su trama inmensa de medios sociales (individuales o colectivos) han cambiado las leyes de distribución y las reglas del mercado. Y comienza a hacerlo, ahora también, en el mercado de la política.

Publicado en El Dia el 27 de Mayo de 2011

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Voto alternativo local: 1 de cada 3 en Canarias, 1 de 5 en España

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Voto alternativo en Canarias, redes sociales y “La Larga Cola”

(Análisis del voto en las elecciones autonómicas de 2011)

El llamado voto alternativo (la suma de los que que no obtuvieron representación en el Parlamento de Canarias y el voto nulo y blanco), se triplicó en Canarias el 22 de Mayo en las elecciones autonómicas. Ha pasado de los 42.023 votos de 2007 a los 118.340, un 12,4% del voto expresado, frente al 4,6% de hace cuatro años.

Es la expresión de los ciudadanos que fueron a las urnas pero no votaron a ninguno de los cuatro formaciones que han llegado al nuevo Parlamento de Canarias : PP (31,8% del voto), CC (24,9%, que integró ahora a CNN), el PSOE (21%) y NCa (9,1%, que agrupó a NC, al PIL y a Socialistas por Tenerife, escisión del PSOE).

En este cómputo del voto alternativo en Canarias se incluyen seis candidaturas: Alternativa Canarias Si se Puede- ACSSP (19.372 votos), Verdes (18.777 ), UPPyD (9.041 ), CGCa (7.387), IUC (6.889) y ANC (6.481).

Para su cáculo no he contabilizado las mínúsculas formaciones con menos de 5.000 votos; que fueron catorce y que hubieran sumado otros 28.000 votos más, elevando el porcentaje anterior en casi tres puntos, por encima del 15% . Y no se tienen en cuenta tanto por su pequeñez como, sobre todo, por el hecho de que no siempre se presentaron en 2007. Tampoco se ha considerado el voto que hace cuatro años obtuvo CNN y PIL, ya que en esta ocasión esta? integrados en formaciones que han llegado la cámara autonómica.

En cualquier caso, para contextualizar su dimensión, esos 118.000 votos representan más de la mitad del apoyo a CC (225.757) y dos tercios del que obtuvo el PSOE (190.710)

No es un voto uniforme, de ahí que nadie pueda reivindicarlo para sí. Porque agrupa tanto a personas que rechazan el sistema parlamentario o a sus partidos dominantes como a otras cercanas a calificativos muy diversos: «libertarios, progresistas, anticapitalistas, feministas, anarquistas, comunistas, socialistas, o ecologistas», según se expresa desde alguna de sus paginas webs, sin llegar a captarlos a todos.

Todo ese amalgamado colectivo ya existía antes. En su inmensa mayoría se situaba a la izquierda del PSOE; incluyendo en Canarias a Izquierda Unida, que nunca ha llegado aquí al Parlamento.

Pero en la semana previa a las elecciones se vió impulsado por un movimiento diverso, sin cabeza o liderezgos concretos, y sin una nominación única. Su germen fue sembrado en febrero en las redes sociales y blogs mediante la etiqueta #nolesvotes. Surgieron luego múltiples ramas como #15M, #spanishrevolution #DemocraciaRealYa #AcampadaSol y otras múltiples «acampadas» en las principales capitales provinciales (#acampadatenerife #acampasadalaspalmas).

Ese movimiento de los también llamados «Indignados» ha tenido efecto significativo en los resultados, en España y en Canarias, más allá de que unos lo sobrevaloren u otros lo minimicen. Al principio se concretó por #Nolesvotes en el rechazo al voto a PSOE, PP y CIU (los tres partidos que aprobaron la llamada «Ley Sinde», la norma antidescargas libres de internet). Pero lo cierto es que, al final, concentró sobre todo sus efectos en los socialistas. Y, en menor medida, en otros partidos con responsabilidades de gobierno autonómico o local como CIU, PNV y CC, o en el PP.

Solo encuestas postelectorales muy bien hechas y precisas podrán concretar con cierto nivel de fiabilidad el coste o beneficio que ha supuesto para cada partido parlamentario. Sería irrelevante si a todos les restara votos por igual. Pero, si el impacto negativo se concentró mucho en Zapatero y sus siglas, como coinciden los analistas, fueron sus contrincantes (PP, CC y NC en Canarias) los que optimizaron en escaños propios los réditos matemáticos y electorales de la protesta; y no los acampados en las plazas o los partidos extraparlamentarios o alternativos.

Un estudio mínimamente profundo confirmaría que el principal beneficiario «matemático» y electoral de toda la «movida» de las acampadas y el #15M en el conjunto de España ha sido el Partido Popular; para asombro de una buena parte de los «protagonistas de la indignación». Por eso ya el lunes colgué en Twitter un adelanto de esta conclusión: «@danielcerdan: #spanishrevolution deviene en España en «revolución conservadora» y en #Canarias allana pacto de centro-izquierda CC – PSOE»

A nivel insular y local, donde los cocientes matemáticos son mucho más reducidos, la conversión en concejalías del voto alternativo en Canarias se ha multiplicado por diez: 216 concejalías frente a las 20 del año 2007 (sin contar entonces al CCN). Obtuvieron ahora concejales 35 agrupaciones o pequeños partidos que atrajeron el 20,8% del voto municipal útil de Canarias: Un porcentaje semejante al del PSOE (21,9%) y CC (22%), cuatro veces superior al de NC y cinco puntos inferior al PP (27,4%). (Para que luego algunos de los grupos parlamentnarios se quejen de las distorsiones de la ley electoral)

Esos 216 concejales «alternativos» ya representan casi una cuarta parte de los 1.191 que obtuvieron los siete partidos representados en el Parlamento Canario : PP, PSOE, CC-CCN, y NCa (NC-PIL-Socialistas por Tenerife)

Internet, y sobre todo su segunda capa (redes sociales y blogs), han tenido que ver con este fenómeno, que traslada a la política canaria la conocida teoría de The Long Tail (La Larga Cola)

Porque la red y su trama inmensa de medios sociales (individuales o colectivos) han cambiado las leyes de distribución y las reglas del mercado. Y comienza a hacerlo, ahora también, en el mercado de la política.

(Publicado en El Dia)

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Solo se que no quiero saber

EL 50,6% DE LOS CANARIOS no saben a quiénes van a votar en las próximas elecciones autonómicas y municipales. «Solo sé que no sé nada» han respondido sócraticamente la mitad de los más de 3.169 ciudadanos a los que el Consejo Económico y Social de Canarias (CES) preguntó para saber por dónde se mueve «algo» del futuro electoral en esta tierra. Y ese ha sido la principal de las conclusiones difundidas por los medios sobre la segunda oleada de 2010 del Barómetro de Opinión realizado por el CES.

Y solo sabemos «algo» porque, deliberadamente, a la mitad restante no se le preguntó sobre su intención de voto, que es sin duda la forma más universalmente aceptada para medir la «presión» oscilante de las piezas de un sistema político. No se hizo ni se hace por una sencilla razón: les complica la vida a los ilustres consejeros del CES, les es incómodo cualquier resultado que pueda molestar a cualquiera de los tres grandes partidos en danza. Ninguno sale así malparado; pero los ciudadanos se quedan a dos velas. Si en España el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) hiciera lo mismo se perdería el dato más esperado de sus exploraciones.

En Canarias no tenemos CIS; pero cuando el Consejo Económico y Social decidió asumir libremente esta responsabilidad en 2007, consumiendo para ello casi 350.000 euros desde entonces, debió hacerlo con todas sus consecuencias, incluyendo por lo tanto las decisivas preguntas sobre la intención de voto. No tiene ninguna consistencia la afirmación de su presidente de que el CES no hace encuestas electorales, porque se preguntó a los encuestado por más de treinta cuestiones claramente electorales evitando simplemente las más reveladoras, las que realmente miden la temperatura política de las Islas.

Cuando esas preguntas se hacen por profesionales de las consultas de opinión, cada uno aplica su propio «manual de brujo» para tratar los datos y llegar a conclusiones que se acerquen a la realidad. Porque está archidemostrado que los datos en bruto son apenas orientativos, o engañosos en algunos casos. Cada uno tiene sus propias recetas para modular las intenciones directas de voto con otras variables expresadas en el cuestionario, sobre todo las referidas a sus simpatías partidarias y al voto que depositaron en el pasado. Por esa razón, el CIS entrega a los partidos los datos brutos de sus encuestas políticas, para que cada uno pueda «cocinarlos» como crea más conveniente.

Algo semejante podía hacer el CES canario para no despertar recelos en los partidos; pero sin rehuir su responsabilidad a la hora de augurar el futuro . Si persiste en eliminar las preguntas más relevantes de sus sondeos habrá que concluir que no optimiza como debe los recursos que se le asignan los presupuestos generales de Canarias. Y eso no pinta bien en una institución que está llamada a asesorar y a proponer buenas prácticas al conjunto de las administraciones canarias. Si persiste en esa inhibición descomprometida y temerosa hacia sus propias responsabilidades, flaco favor le hace a su propio futuro.

«Solo sé que no sé nada» dijo Sócrates, como piedra angular de su sistema filosófico. Va un abismo de ahí al «Solo sé que no quiero saber nada», de las futuras elecciones, una actitud que desmerece la credibilidad del CES y que debiera corregirse en posteriores sondeos.

Publicado en El Día