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Adán Martín Canarias

El premio, la suerte, la deuda y la pérdida de Adán Martín

Adán Martín fue un premio de la vida para los que tuvimos la suerte de trabajar con él durante años y para muchos, muchísimos más. Su equipo lo recuerda de muchas maneras, que confluyen siempre en una línea maestra tan sencilla como cierta: Fue una persona buena y una buena persona en el doble sentido de la expresión; y en la doble vertiente personal y profesional. Siendo un político de larga trayectoria, a muchos les parecerá increíble, imposible. Pero el libro testimonial que han escrito sus amigos y compañeros a los siete años de su muerte da fe de ello.

He desconfiado siempre de los panegíricos, porque rara vez me resultan creíbles cuando los leo o escucho; porque la realidad siempre es gradual, contradictoria, un escenario de luces y sombras que a menudo nos ciega o nos deslumbra, sin que sepamos cuando. Pero esa prevención se me derrumba siempre a la hora de hablar sobre Adán Martín. Y no porque no tuviera defectos o limitaciones, sino porque su buena madera, su apertura al cambio y su paciente tolerancia  con los demás le permitía corregir con rapidez, absorber lo mejor de cada situación y persona y dar por olvidadas siempre las malas experiencias y los agravios.

Decir que Adán Martín fue una buena persona no es descubrir mucho. Hay buenas personas a raudales, frente a lo que la gente piensa. Lo que hay menos son personas excepcionalmente buenas como él, que ejerzan sin la menor presunción de serlo, con esa simplicidad y  humildad que, paradójicamente, acaban siendo apabullantes. Pareciera que no les costase apenas, que fuera en ellos lo más natural del mundo. Como si vinieran buenos de fábrica y no tuvieran sino que seguir siendo ellos mismos. Como si portaran una brújula interior que les abocara siempre e irremediablemente, sin mediar su voluntad, al norte de lo bueno.

Pero no es cierto. No hay brújulas certeras y unívocas para conducirnos con acierto por la vida. Y menos por una vida como la suya, tan intensa y cargada de decisiones. La de Adán Martín siempre fue una brújula dubitante, como debe ser cuando se ha de elegir entre tantas posibilidades, entre tantos caminos alternativos, entre tantos aciertos y errores, muchas veces cada día; y cuando la última palabra es la tuya porque ya no hay nadie más arriba para cargar con la decisión difícil. En su caso, no haber manejado una brújula prudente y nada apresurada hubiera sido insensato para el buen fin de las miles de elecciones que tuvo que realizar en 28 años de servicio público intenso. Bien podríamos decir que Adán Martín fue un hombre radicalmente bueno, asaltado por el análisis y la duda; entendiendo ésta no tanto como una limitación o debilidad, sino como un instrumento para mejorar lo mejorable al máximo, para no equivocarse o para no lastimar a terceros.

Y la de Adán fue una brújula dubitante que nunca fue subterfugio para la inacción, porque estaba impulsado por una pila de energía poderosa, por una inteligencia poco común y por una autoexigencia permanente. Si a esas condiciones se une la bondad -el concepto para mí más asociado a su persona – se entiende bien que su vida fuera todo un don, una suerte, un premio para los que tuvieron la suerte de compartirla. Un don que alcanzó y sigue alcanzando de alguna manera a toda la ciudadanía canaria.

Adán Martín buscó siempre maximizar, optimizar, aprovechar las oportunidades. Y, sobre todo, aprovecharlas juntos, buscando la cooperación y el entendimiento de todos. Y en esa búsqueda de lo mejor empleó 20 horas al día, 365 días del año, con una energía indesmayable que le sostuvo incluso en sus meses finales, cuando ya sólo se irradiaba en forma de ternura. 
Con el aprendí algo que se me reveló como una de sus más poderosas herramientas: La empatía fue su arma de construcción masiva cuando apenas conocíamos esa palabra. Su capacidad para ponerse en el lugar de todos, unir cabos, y hallar mínimos comunes denominadores que suscitaban amplios acuerdos fue la clave esencial con la que construyó la más fecunda trayectoria política de toda la etapa democrática de Canarias; no tanto por sus victorias como por sus resultados. Y eso que, aun al final de su vida, todavía había sesudos analistas mediáticos que se preguntaban, con ocho consecutivas victorias electorales a sus espaldas, si Adán Martín era un político o solo un tecnócrata.
Mi mayor deuda con Adán Martín no tiene nada que ver con lo antedicho. Adán me hizo mejor persona, así de claro; y esa es una deuda impagable. Nos hizo mejores a todos los que tuvimos la fortuna de trabajar con él en algún momento. Porque el conocimiento y la bondad, sumadas a una energía incombustible, son mezcla poderosa para influir en la vida de las personas y de los pueblos. Hoy su recuerdo aún me entristece; porque no mereció un final de vida tan temprano, abrupto y doloroso, pero también me alegra y enorgullece por la intensidad con la que vivió siempre, por su fecunda capacidad para hacer germinar tantos proyectos sin dañar ni lastimar aposta a nadie, y por haber tenido el privilegio de vivir con él todo eso de cerca; siempre sin una palabra más alta que otra, a pesar mis errores, fallos y retrasos.

Por eso es que nada puedo entender en mi trayectoria sin el hombre que, hace justo ahora treinta años, recién llegado a la Presidencia del Cabildo de Tenerife,  me invitó a trabajar con él, cuando yo todavía era un desconocido periodista veinteañero, con la desconfianza siempre cargada frente a cualquier político. 

Entonces no  lo podía saber, pero hoy se que el mayor premio de mi vida profesional es que alguien como Adán Martín me mantuviera siempre cerca de él durante dos décadas; y se que eso me marcó tanto como para que siga siendo, ahora y siempre, una referencia constante en mi vida.  Porque es inevitable que una ejemplaridad tan potente [en lo personal y en lo publico] te acompañe siempre.  Y, muchas veces, ante una disyuntiva que se presenta difícil me pregunto: ¿Qué haría Adán?  Y al hacerlo, se lo aseguro, no puedo hallar sus soluciones pero sí el estilo y el camino para encontrarlas.Los amigos le hacían bromas y le aseguraban que llegaría tarde a su propio entierro. Y en eso procuró también no defraudarles. Mantuvo hasta el final una titánica pelea, durísima en sus tres últimos meses, que llegó finalmente a perder antes de tiempo solo porque una infección hospitalaria traidora y oportunista vino a complicar implacablemente su tratamiento.

Cuando murió dije que, siendo siempre hábil ganador -lo repito – de las ocho elecciones políticas a las que se presentó [nadie tiene récord igual en Canarias], Adán Martín sólo había cedido auténticamente en la única batalla que un hombre no puede ganar. Y que la real pérdida fue la nuestra. Porque la de Adán fue una vida ganada, intensa, plena, don eternamente germinal… para y por todos nosotros.

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Canarias Despedidas Periodismo

Con las botas puestas

Homenaje al periodista Ricardo Acirón

«El CICICOM (germen de la Facultad de Periodismo de la ULL) era Ricardo. Era el pulpo Ricardo en la múltiple función de gestor, programador, profesor, secretario, chófer y logístico«.

Daniel Cerdán, durante su alocución, junto a Salvador García Llanos

Palabras de Daniel Cerdán durante entrega póstuma al periodista Ricardo Acirón Royo del Premio Patricio Estévanez de la Asociación de la Prensa de Tenerife en reconocimiento a su trayectoria profesional. El acto se celebró en la Sala MAC-Casa Elder de la capital tinerfeña

«El nuevo presidente de la Asociación de la Prensa de Tenerife, Salvador García Llanos, me ha regalado el honor de aportar hoy una breve semblanza de Ricardo Acirón, galardonado con el premio de periodismo “Patricio Estévanez”, el político y periodista que creó hace 113 años esta organización profesional, la de más solera de nuestro oficio, tanto en Canarias como en todo el país.

Y el presidente saliente, Juan Galarza, concluyó su gran mandato con la propuesta y aprobación de este reconocimiento para Ricardo, el que fue nuestro primer gran jefe –el de Juan y el mío– en nuestros orígenes: en aquellos años ochenta en los que los aprendices de periodista reestrenábamos la libertad de expresión de la mano de veteranos como Acirón, que habían sufrido los rigores del franquismo en forma de multas, secuestros de medios, despidos y ceses.

Creo que puedo hablar en nombre de la asamblea de la Asociación que en diciembre ratificó la concesión del premio para darles las gracias a Salvador y a Juan. Agradecerles este acto de justicia profesional con el que era el decano de los miembros de la Asociación y el que fue y será por siempre el primer Catedrático de Periodismo de la Universidad lagunera.

Un premio decidido justo en el momento en el que Ricardo cerraba su ciclo como profesor de la Facultad de Periodismo y días antes de que sus propios compañeros supiéramos que había sido alcanzado por una enfermedad fulminante que no pudo remontar.

Ricardo supo, a través de su hija Raquel, de la concesión de este premio “Patricio Estévanez” que él tanto apreciaba. Y quiero pensar que eso iluminó siquiera un poco las circunstancias de los últimos días de su vida.

Quiero pensar que apreció que se reconocían tantos esfuerzos y anhelos que él había entregado a esta profesión. Y que, sintiéndolo así, se mitigaban algunas amarguras y se rompía con los silencios de los últimos años, con esos silencios que suelen seguir a los dirigentes de instituciones y empresas cuando cesan. Gracias Juan, por hacerlo posible.

Este fin de semana caí en la cuenta de un aniversario que ahora les cuento. Lo descubrí justo hace tres días, releyendo uno de los libros de Ricardo: La prensa en Canarias: Apuntes para su historia, su trabajo de fin de grado como licenciado de Ciencias de la Información. Un libro delicioso, sobre el que –sin poderlo– me gustaría extenderme aquí, especialmente sobre sus 25 precisas conclusiones, esas que hacen referencia a los hechos diferenciales del periodismo en Canarias, donde la imprenta llegó tres siglos más tarde que a la Península: un detalle revelador sobre la esforzada industria de la noticias en Canarias.

Retomo el aniversario de que les hablaba: Hoy hace exactamente treinta años y tres días de la fecha en que Ricardo Acirón puso la primera piedra de la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Laguna.

Hoy hace exactamente treinta años y tres días de la fundación del Centro Internacional para las Ciencias de la Comunicación (CICICOM), que fue el embrión y la cuna de la Facultad lagunera en la que han cuajado tantas vocaciones periodísticas.

Durante un tiempo –fui testigo– el CICICOM era Ricardo. Era el pulpo Ricardo en la múltiple función de gestor, programador, profesor, secretario, chófer y logístico de una serie de seminarios, cursos e investigaciones que demostraran a las autoridades académicas de la Laguna que había demanda y que era posible y necesaria una Facultad de Periodismo en Canarias.

En puridad, no sabemos ni podemos saber si, sin el impulso de Ricardo, alguien hubiera tenido la paciencia, estímulo y tesón necesarios para crear en Tenerife una facultad que ha permitido y permitirá estudiar Periodismo aquí a cientos y miles de personas que no disponían de medios para hacerlo fuera. La experiencia nos enseña que ésta es una profesión de individualistas y es muy posible que Ricardo Acirón haya sido la condición necesaria para la existencia de la Facultad de Periodismo.

Y, así, que sea en los miles y miles de trabajos, artículos, piezas y reportajes firmados por los que fueron alumnos de esta Facultad y fueron sus alumnos donde se preserven hacia el futuro los genes profesionales de Ricardo Acirón. Esa es la grandeza de la enseñanza, que es una siembra, a veces baldía, pero a veces germen de maravillas.

Ricardo no solo enseñó: creó la plataforma para que otros muchos enseñaran y sigan enseñando. Y en ese proceso vivo pervivirá él y su obra de alguna manera. Y no sólo en las hemerotecas o en los archivos de audio y televisión. O en la herencia que proyecten hacia el futuro Carmita, Jose Miguel, Raquel o Pilar.

Y he querido destacar en estas breves líneas la aportación a la enseñanza de Ricardo Acirón porque, fuera de la academia, es la faceta menos conocida por la sociedad y aún por la profesión, acostumbradas más a recordarlo como el director de Jornada y el subdirector de El Día que fue. Ricardo Acirón estudió, relató y difundió los más 250 años de historia del periodismo en Canarias, en la que él acaba de entrar con honores, después de haberla honrado y enriquecido durante casi medio siglo de intenso oficio.

Salvador García me advirtió sabiamente contra la tentación de alargarme y de repetir aquí lo que don Google con tanta facilidad nos aporta. En alguno de la más de una docena de libros se halla su densa biografía, pero la más accesible y sintética la encontrarán en la web de la Academia Canaria de la Lengua de la que era miembro honorario, como buen profesor de Redacción Periodística que fue; y buen corrector de originales. Doy fe.

De lo que él no presumió nunca en esas biografías ni encontrarán fácil en Google –y por eso lo aporto aquí– es de haber sido uno de los directores de periódico más jóvenes de España, si no el que más entonces. Con 25 años, en 1968, fue director del periódico Lucha, de Teruel, su tierra. Fue un puesto en el que apenas duró unos meses, porque fue cesado por los que entonces mandaban a la postre en todos los periódicos. Un fuerte desencuentro con el gobernador civil de Teruel le sacó del periódico y temporalmente de la profesión. Y por eso vino a Canarias como maestro de escuela pública que también era. Y fundó con Carmita una familia, una facultad y una trayectoria que hoy celebramos. Una trayectoria que, en sus primeros años, dio, junto a Ernesto Salcedo, espacio y debate en El Día y en el “Club La Prensa” a los nuevos políticos demócratas de los años setenta.

Aquel encontronazo con el poder político, con el gobernador civil, le previno sobre las complejas relaciones de periodismo y política.

Una de las sentencias-advertencia que nos solía hacer a los jóvenes periodistas en los años ochenta era: “No cabe la amistad entre un político y un periodista. La amistad de un político con un periodista es siempre interesada”. Se me quedó grabada.

Años después deje de trabajar con Ricardo –pensé que temporalmente– en Jornada, para hacerlo con un político, Adán Martín, durante muchos años, en el Cabildo y en el Gobierno. Tantos años que acabé yo también en la senda política durante los cuatro de una legislatura.

“¿Sabes lo que te digo Ricardo?”, le inquirí un día unos treinta años después: “Que he descubierto de primera mano que tampoco los políticos pueden ser amigos de los periodistas. Al menos de los buenos periodistas”.

Puso su cara de extrañeza sonriente. “Porque un político –añadí medio en broma– no le puede confiar el secreto de nada a un periodista ejerciente, sobre todo si es bueno. Si es bueno, por muy supuesto amigo que sea, siempre acabará soltándolo en petit comité o publicándolo, porque está en el ADN del oficio”.

Cerramos el círculo de aquella enseñanza con la lección de la mutua experiencia de nuestras vidas.

Gracias Ricardo por todo lo aprendido. Gracias a todos ustedes por honrarle con su presencia aquí.

Ricardo bandeó los vaivenes de la política durante décadas y dejó hondas pruebas de su capacidad para la amistad y amor a esta tierra [tanto como para alcanzar su título de más orgullo: Hijo Adoptivo de Tenerife].

Y se se topó finalmente, de nuevo, con la peor cara de la política casi medio siglo después, 47 años después, cuando las miserias de la pequeña política universitaria quisieron cortarle el paso a algo a lo que estaba predestinado: a morir con las botas puestas, al pie del cañón, de la investigación, de las tesis, de sus alumnos. Pero no lo consiguieron y el cabezón de Ricardo lo logró. Porque Ricardo Acirón murió hace solo un mes con las botas de servicio bien puestas».

La familia de Ricardo Acirón en las dos primeras filas

Vídeo: Palabras de agradecimiento y recuerdo de Raquel Acirón

Tributo a la memoria de Ricardo Acirón con la entrega del premio Patricio Estévanez

Más información sobre evento en elblogoferoz.com

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Canarias Despedidas Periodismo

Ricardo Acirón, entre dos viajes a Pamplona

Luto en el periodismo tinerfeño

Hay personas que te cambian la vida. No sabes cuando lo hacen. Pero, llegado un punto, miras hacia atrás y te das cuenta. Y a veces se lo insinuas, se lo dices más o menos, pero no se lo reconoces con la rotundidad de lo que es un hecho cierto y confirmado. Una verdad rigurosa, entre dos viajes a Pamplona.

Hoy he de dar testimonio de uno de esos casos. Ricardo Acirón, que se nos fue a Pamplona a morir -sin saberlo – en su último viaje, fue el aragonés cabezón que hace 35 años se empeñó en que yo -soldadito navarro en el cuartel de Almeida – quedara amarrado por siempre a Tenerife y Canarias por oficio, casa, familia y amigos, por esos cuatro vínculos que nos enraizan profundamente con una tierra y con su paisanaje humano. Y , por si alguna duda me asaltaba, Ricardo tuvo la osadía de aprovechar otro viaje a Pamplona para buscar entonces la complicidad de mi novia (hoy , mi mujer, Berta) y para que también se sumara, los dos juntos, a nuestra aventura vital en Canarias. Pasados los años, la canariedad de mis hijos es también un poco cosa a él debida.

Recuerdo esos gestos de entonces para recrear el lado más humano y entrañable de Ricardo, su vertiente más desconocida, que ocultó siempre tras su fachada de implacable profesor, capitán de redacción y adicto irremediable al trabajo desde la madrugada, mucho antes de que supiéramos qué era eso de ser un workalcoholic. 

Y ya metidos en las veredas profesionales, es la palabra «rigor» la que primero asocio con Ricardo Acirón como periodista. Era una palabra que le gustaba mucho en aquellos años, una cualidad que siempre buscaba en cada pieza, en cada texto y en la concreción exacta de esos titulares por los que a veces peleábamos; conscientes de que una gran mayoría nunca baja a ver la letra pequeña.

Algunos han visto en el rigor de Ricardo  esa primera acepción del diccionario: «Rigidez o firmeza en el trato o en el cumplimiento de ciertas normas». Pero yo siempre aprecie y aprendí de él la segunda: «Propiedad y exactitud o precisión en la realización de algo, especialmente en el análisis, el estudio o el trabajo científicos». Porque ese  era el rigor que vi practicar a diario a Ricardo Acirón en nuestros ocho años juntos en El Dia y Jornada: la busqueda del dato preciso, contrastado, verdadero… riguroso, lo que ahora se viene llamando «periodismo de verificación» y que entonces era ,simplemente, «periodismo bien hecho», información contrastada.

Rigor, sí, y  pertinaz empeño en no casarse con nadie a medio y largo plazo, en ser profesionalmente independiente, aunque en el corto plazo las circunstancias empresariales, las necesidades  y la condición humana hacen del periodista un hombre tan vulnerable y/o formidable como todos. Pero en el horizonte hacia el que se camina -sostenía Ricardo – las aspiración de independencia del periodista ha de ser indeclinable, tozuda, permanente. Y eso tiene sus peajes y sus costes, porque mucha gente no es capaz de entenderlo. 

Cuando alguien se va definitivamente, la vida nos muestra algunas lecciones que nunca acabamos de aprender . Nos dice que cualquier saludo y encuentro puede encerrar una despedida. Y que, por ello, hemos de saludarnos y encontrarnos siempre con la pasión que el corazón nos dicte, más allá de lo que digan las reglas de urbanidad y cortesía o nos imponga la desgana. Hoy me duele la pérdida de Ricardo y me duele no haberme «despedido» de él más intensamente a lo largo del tiempo, para combatir su fugacidad y llenar más nuestras horas de afectos.

El pequeño tributo de estas líneas no subsana nada de lo no vivido. Apenas quiere esbozar unos trazos de un hombre entregado hasta el último día a su triple e intensa devoción -periodismo, enseñanza y familia – y arraigado ya, para siempre, en el recuerdo de los que tuvimos la suerte de disfrutarle en alguna étapa de la vida. Y quiere también recordar que, si alguna vez necesitamos sentir a Ricardo cerca, siempre podemos acercarnos a mirar en el fondo de los limpios y vivos ojos de Carmita.

Publicado en La Opinión de Tenerife

Pubicado en La Opinión de Tenerife

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Adán Martín

La huella de Adán Martín en el Congreso de los Diputados: 135 intervenciones en tres años

Adán Martín fue diputado del Congreso durante una corta legislatura de tres años, de 1993 a 1996 , justo desde el momento en que se constituyó Coalición Canaria (CC) para formar una mayoría en el Parlamento regional que diera lugar al primer gobierno nacionalista de la historia del Archipiélago.


La convergencia bajo unas mismas siglas de las dos uniones partidarias (AIC e ICAN) y los tres partidos (AM ,CCI y PNC) de ámbito canario que constituyeron CC les permitió ganar las elecciones autonómicas en las tres convocatorias siguientes. Y, en todo caso, encabezar el Gobierno de Canarias en los seis mandatos posteriores, hasta nuestros días.


1993 es el año de un giro radical en la historia de Canarias: Con Manuel Hermoso en la presidencia del Gobierno de Canarias y se constituye el primer Grupo Nacionalista del Congreso de los Diputados, con Adán Martín, Lorenzo Olarte, José Carlos Mauricio y Luis Mardones: cuatro escaños, el cuadruple de lo obtenido por AIC en las dos elecciones anteriores.


Es en este contexto de cambio radical del mapa político de Canarias cuando Adán Martín llega al Palacio de las Cortes, en el arranque de la última legislatura liderada por Felipe González, con un gobierno socialista en minoría, muy abierto al pacto y a la negociación con los grupos minoritarios del Parlamento.  Coalición Canaria irrumpe en el espacio nacionalista del Congreso , con nivel ya de grupo parlamentario, que hasta entonces solo ostentaban CIU y PNV . Y mantiene el carácter moderado y pactista que que había caracterizado a AIC. Coalición Canaria logra presencia en todas las comisiones y en todos los debates. Y, por primera vez en la historia, puede ejercer una labor muy pedagógica sobre el hecho diferencial canario, escasamente conocido por la mayoría de los diputados. Y asimismo,  está en condiciones de  introducir en la práctica totalidad de las leyes económicas o territoriales la «salvedades canarias», en ámbitos como la energía, aguas, puertos, aeropuertos, turismo, agricultura, industria, fiscalidad o financiación autonómica.

Los diputados del Congreso  que compartieron con Adán Martín la legislatura 1993 -1996 pudieron conocer de primera mano  su visión de la «España archipielágica» que había ido madurando con los años. Y que en buena medida tuvo su acabada lectura  en grandes proyectos transversales como el Eje Transinsular de Infraestructuras de Canarias y en el proyecto de Estatuto de Autonomía que llegó al Congreso una década después, en 2006 , después de haber sido aprobado por el Parlamento de Canarias casi por unanimidad. En ese consenso amplio [que no ha vuelto a producirse en Canarias en los últimos nueve años]  tuvo mucho que ver la mano izquierda y la estrategia con la que definió la Comisión de Expertos que diseñó el nuevo Estatuto para ponerlo a la altura de los mejores. Y lo hizo manteniendo un estrecho contacto negociador con el PSOE y con el PP, cuando ninguno de los dos estaban en el Gobierno de Canarias, aunque al final las cosas se torcieran ya en el Congreso de los Diputados por los desacuerdos sobre la ley electoral que bloquearon el proceso en la siguiente legislatura y, con ello, las ilusiones de muchos de los que esperan un mejor encaje  de Canarias  en el bloque constitucional español.

Entre  1993 y 2007, primero como diputado durante tres años y luego como permanente negociador, Adán Martín desplegó su mayor actividad en las relaciones de Canarias con el Estado. Siempre fue más duro y contundente en las conversaciones a puerta cerrada que en las manifestaciones públicas. No en vano una de sus pautas de trabajo era el ser exigente en privado ante instancias superiores (gobiernos de Canarias y de España) y no ser descalificante o agresivo en público al referise a esos contactos. Y era así tanto por su propio talante como por no romper las vías de negociación y de acuerdo: llevaba la negociación y el pacto en su ADN.


Todo lo que a a puerta cerrada era de demandante e incisivo se convertía en conciliador a la hora  de reflejar las posiciones ante los medios y no al revés. En su estilo  siempre prefirió detallar las discrepancias y apuntar siempre posibilidades de acuerdo antes que otras tácticas basadas en ese tipo de confrontación permanente que busca réditos políticos más  que sellar acuerdos rápidos y eficientes.

Cuando Adán Martin llegó al Congreso en 1993 era un hombre que ya le dedicaba entre doce y catorce horas diarias a la Presidencia del Cabildo de Tenerife; y desempeñaba además la  Secretaría General de la Agrupación Tinerfeña de Independientes, ATI [aun no disuelta en Coalición Canaria ]). Las encuestas previas le otorgaban un alto nivel de popularidad en su partido, lo que le convertía en candidato idóneo para conseguir dos escaños en su provincia, doblando el número de los que habia logrado AIC en el año 1989. Ese fue el motivo con el que le convencieron para encabezara una candidatura que le complicaba la vida. Tampoco se había postulado para el cargo cuando en 1987 aceptó liderar la lista al Cabildo, en la creencia de que le tocaría estar en la oposición, con solo una dedicación parcial a la política. Seis años después, sabía que la elección como diputado era segura y que si aceptaba iba a asumir un triple rol e iba a tener que estirar el tiempo como nunca antes lo había hecho.


A Adán Martín le gustó mucho trabajar en el Congreso, sobre todo porque, además de hacer política, le permitía acceder a un nivel alto de información sobre gran variedad de temas importantes para la gestión de los intereses insulares, especialmente en las comisiones o las ponencias, donde la política baja al dato y se aleja del permanente teatro de los plenos. Los periodistas parlamentarios recordaban cuando murió que Adán Martín fue -y así los atestiguan las actas – un diputado más de comisión que de pleno, sabedor de que en la comisiones se podía debatir, contrastar opiniones, aprender e influir verdaderamente en otros grupos, porque se podía analizar los temas con ese nivel de detalle y profundidad con los que el se sentía a gusto. Porque necesitaba rodearse de los más y mejores datos para convencerse antes que nada a sí mismo y estar verdaderamente seguro del camino elegido antes de tratar de imponérselo al resto; o antes de modificar su posición con las opiniones de los otros.


Siempre creyó que el más de un centenar de horas que pasó debatiendo con expertos en la Comisión parlamentaria sobre  Plan Director de Infraestructuras (PDI) había sido el mejor master universitario que pudo realizar en su vida, porque por allí pasaron las más brillantes cabezas del país  en la materia. Aquella experiencia le confirmó su apuesta por la planificación como modo de trabajo. Adán Martin llevaba siempre el traje de ingeniero puesto y por eso dejó especial rastro en el PDI que presentó José Borrel . No se perdió ni una sola de las sesiones de la ponencia e introdujo ya hace veinte años aportaciones muy relevantes para que se dejara de considerar a España solo como una mole continental y se entendiera que la conectividad de los archipiélagos era y es esencial.

Del Congreso salió más y mejor pertrechado para poner en contexto español las singularidades evidentes de Canarias. Y eso lo agradeció siempre. Porque al diputado novel que fue le aportaba el pormenorizado conocimiento que le daba su condición de ya experimentado presidente del Cabildo de Tenerife.  Y al titular del gobierno insular el diputado que era le abrió puertas de despachos madrileños, le facilito  respuestas a preguntas precisas, le permitió negociar inversiones, le posibilitó infuir en el diseño de las redes de transportes (puertos y aeropuertos) que sabía cruciales y, lo humanamente más emotivo, hizo posible dilatar el cierre de la que entonces era, paradojicamente, la fabrica de tabacos más rentable de Tenerife , Philips Morris-TACISA, condenada al cierre por los acuerdos de la multinacional con Tabacalera, ambas empeñadas en concentrar la producción en pocas fábricas. Y lo hizo en plena sintonía con un comité de empresa, que se batió durante más de un década por mantener el empleo en el que entonces era el principal subsector industrial de Canarias.

En el Congreso Adán Martín reforzó y asentó una idea clave en su vida y en su trayectoria : la necesidad de primar y trenzar grandes acuerdos entre los grupos diferentes  para garantizar que las nuevas políticas fueran eficaces y duraderas. Solo así era y fue posible que planes y proyectos que necesitaban  más de una década para llegar a buen puerto se cumplieran, incluso cuando él ya no estaba, como ocurrió con los 36 planes que dejo ejecutándose  en el Cabildo de Tenerife cuando salió de la institución en 1999. O con los doce planes pactados con los cabildos desde el Gobierno de Canarias, que en algunos casos aún siguen ejecutándose; sobre todo los que implicaban grandes recursos  en materia de sanidad y de transportes y conectividad entre las islas. Los que claman por la integridad española y se centran en la bandera o en los símbolos no caen muchas veces en al cuenta de que las comunicaciones con Canarias y Baleares son los auténticos hilos umbilicales que aseguran la unidad real de España, la viabilidad de ambos archipiélagos y el bienestar de sus tres millones de habitantes. Adán Martín sembró esa inquietud  sobre la conectividad en el Congreso y la llevó continuamente a diversos ministerios, especialmente a los de Fomento e Industria y Turismo; y a Bruselas. 

Pero su visión sobre la conectividad nos se limitaba al ámbito español. Estaba convencido de que la conversión del Archipiélago en un autentico nodo o hub intercontinental lo reforzaría como primer destino turístico mundial en invierno y le abriría las puertas para ejercer un papel de liderazgo  y de coordinación en la cooperación mundial con África. Esa vertiente humanitaria la acentuó más tarde, desde la Presidencia del Gobierno de Canarias, cuando la continua llegada de pateras redescubrió a Europa sus obligaciones pendientes con el continente más critico y empobrecido del mundo.


Adán Martín se formó en el cultura de la primera transición democrática y fue singular exponente de lo que hoy es una rara avis: un político que prefiera el acuerdo a la confrontacion, el dialogo y la búsqueda conjunta de lo bueno, en lugar de esas soluciones «mejores» que a cada uno le gusta tener para todo. Firme partidario de que lo mejor es enemigo de lo bueno, prefirió encontrar entre todos una solución que valiera para la inmensa mayoría. Convencido de que vale más siempre un acuerdo que un gran pleito, su trayectoria le demostró además que esa actitud era la correcta políticamente:  De forma interrumpida,  desde 1979 ganó siempre las elecciones políticas a las que concurrió [Ayuntamiento de Santa Cruz, Cabildo, Congreso, Parlamento de Canarias], mejorando casi siempre los resultados anteriores.

Dejó en el Congreso su huella en 135 intervenciones documentadas en temas sobre todo económicos y territoriales. Aparecen en los diarios de de sesiones digitales y desde hace algun tiempo pueden también consultarse en formato de audio. Y no quiso continuar porque el trabajo en el Gobierno insular le detraía demasiado tiempo como para aportar en Madrid todo lo que el le gustaba.  Renunció a seguir en el Congreso por ese motivo y guardaba un magnifico recuerdo tanto de sus iniciativas parlamentarias  como de todo lo que pudo aprender. 

Adán Martín buscó siempre maximizar, optimizar, aprovechar las oportunidades. Y, sobre todo, aprovecharlas juntos, buscando la cooperación y el entendimiento de todos. Compartir fue su fórmula mágica: reunir las suficientes voluntades para atacar los más altos logros, desde un pequeño ayuntamiento a las instancias de la Unión Europea. Dejó en ese camino  todo lo mejor de sí. Y años después de su muerte , sus semillas todavía estan fructificando.

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La rentabilidad en las redes sociales no se obtiene de forma inmediata

Por Francisco Mesa, en El Día.

Detrás de una marca que tiene presencia en las redes sociales hay al menos una persona que actúa como intermediario con el internauta, el community manager. Es el encargado de escuchar y dinamizar una comunidad en páginas como Facebook para obtener unos resultados que no siempre son inmediatos.

Daniel, periodista, y Diego Cerdán, ingeniero, padre e hijo, han sido galardonados en la categoría de Mejor Community Manager en la primera edición de los premios Excelencia Tenerife 2.0 que celebró recientemente el Cabildo insular en Arona.

Daniel Cerdán y Diego Cerdán

Este reconocimiento ha puesto cara a la pareja que trabaja en potenciar la presencia en redes sociales de marcas tan conocidas en la isla como Loro Parque, Siam Park, Transportes Interurbanos de Tenerife (Titsa), o las plataformas Calle de La Noria y Bares de La Laguna, que dinamizan la actividad de estas zonas de ocio en internet.

La gestión de comunidades digitales en internet es un oficio relativamente reciente que al mismo tiempo que se está ejerciendo se está definiendo como profesión. Para Daniel Cerdán se trata de «una evolución de mi trabajo como periodista. Es un campo en el que todavía se están fijando las reglas de buenas prácticas. Las grandes cuentas que existen están normalmente construidas y gestionadas por profesionales de la comunicación y el márquetin que han sabido identificar lo que funciona y lo que no».

La facilidad de compartir textos e imágenes en estas páginas puede hacer pensar que se puede conseguir mejores resultados a medida que se incremente el número de publicaciones. Realmente no es así. Daniel Cerdán (@danielcerdan) destaca que han basado su trabajo en «publicar solo los contenidos que son pertinentes y atender las necesidades de los clientes, que son los internautas. El año pasado empezamos a trabajar con Titsa, que ha demostrado ser una marca que se entiende mejor en la red social de mensajes cortos Twitter que en Facebook. Por ese motivo nos hemos centrado más en el seguimiento en esta red. En poco más de un año de trabajo hemos posicionado a esta marca como una de las 10 primeras de Canarias en esta red social».

Uno de los mayores errores que se produce al introducir una marca en este nuevo soporte son las prisas por obtener resultados. Diego Cerdán (@diegocerdan) destaca que «la inversión que se realice en este tipo de comunicación va a tener siempre una rentabilidad diferida en el tiempo. Todos empiezan teniendo pocos seguidores y, por lo tanto, tienen una audiencia inicialmente pequeña. La inversión publicitaria, por contra, tiene el impacto inmediato que ofrece el medio de comunicación en el que se publica». Destaca que esta lentitud tiene aspectos positivos. «En todo caso, aunque en las redes sociales los tiempos son más lentos, también la inversión es menor y el trabajo a lo largo del tiempo permite ir vinculando la marca con su público objetivo», recalcó.

Resultados destacados

Uno de los aspectos más controvertidos entre el empresario y el community manager es cómo evaluar el resultado de la inversión que se realiza en las redes sociales. Diego Cerdán considera que «no se debe de medir en venta directa. No es el ámbito adecuado. Hay que valorar el conocimiento que se genera de los clientes gracias a las redes sociales. Por otro lado, el trabajo tiene que ser colaborativo y si no está ligado al que se realiza en otros departamentos de una organización, como el de atención al cliente o las relaciones públicas, sus resultados bajarán». Para Daniel Cerdán hay un binomio que permite conocer el resultado del trabajo. «Decir que no es importante tener seguidores es tan absurdo como decir que no es importante el número de clientes que tienes. También hay que tener en cuenta el grado de interacciones que se realizan. Es lo que demuestra el grado de vinculación de los internautas con una marca».

Daniel Cerdán considera que «uno de los errores más habituales es establecer concursos para conseguir inflar unas cifras que se usarán de forma publicitaria. Algunas marcas han utilizado técnicas excesivamente agresivas, o concursos no pertinentes, que les ha llevado a un crecimiento explosivo en el número de seguidores, pero el paso del tiempo demuestra que estos internautas no interactúan con ellas, por lo que realmente no obtienen el valor que generan las redes sociales».

Publicado en El Día

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Adán Martín Canarias

El último mensaje de Adán Martín

«Para alcanzar ese auténtico mercado único interior, necesitamos financiar entre diez y
quince obras importantes en comunicaciones terrestres, marítimas y aéreas».

Adán Martín, el sexto presidente del Gobierno de Canarias, murió el 10 de octubre de 2010, después de dedicar más de un tercio sus 67 años a la política, al servicio público, en el Ayuntamiento de Santa Cruz, en el Cabildo de Tenerife, en el Congreso de los Diputados y en Gobierno de Canarias. Antes, durante y después de esa larga etapa de veintiocho años fue un emprendedor constante. Corredor de fondo, gustó siempre de jugar a medio y largo plazo.

Adán Martín siempre trabajó con planes y programas, con metas y objetivos. Y fue alérgico a las ocurrencias improvisadas, fuente para él de la arbitrariedad, del despilfarro y de la falta de equidad en el uso de los recursos públicos. En esta hora del análisis de su vida no es fácil abarcar a una personalidad pública compleja, que diversificó sus esfuerzos en tantos frentes de actividad. En lo personal, sin embargo, es más sencillo aproximarse a él. Fue un hombre radicalmente bueno, asaltado por la duda. Entendiendo ésta no tanto como una limitación o debilidad, sino como un instrumento para mejorar lo mejorable al máximo, para no equivocarse o para no lastimar a terceros.

No siendo un teórico [porque le atravesó siempre su condición de ingeniero, su afán por resolver problemas prácticos], fue sin embargo un auténtico visionario; por su afán constante para tratar de adelantar el futuro. Y en ese punto quiero centrar esta pequeña semblanza. No tanto con mis palabras como con las suyas. En esta pasada primavera, dominada políticamente por la campaña electoral de 2011, cuando el debate político ha inundado Internet, los blogs y las redes sociales, afectando en cierta medida a los resultados electorales, no he podido sino recordar un acto y unas palabras suyas sobre este fenómeno. Pero de hace… 15 años.

Se celebraban entonces las elecciones generales de 1996. Era titular del Cabildo de Tenerife y dejaba aquel año el Congreso de los Diputados, al que se presentaba por primera vez el hoy presidente canario Paulino Rivero. Adán Martín asumió la coordinación de la campaña de CC y programó el primer cibermitin de la historia política española. Se hizo a través del entonces incipiente chat, una de las herramientas precursoras de las redes sociales de hoy. Junto a Rivero y a Alberto Génova mantuvo ese primer y pequeño mitin virtual. Y allí, entonces, ya anunció: “Hemos convocado este primer cibermitin desde España para destacar en las siete islas, en todo el país, y en todo el mundo la importancia que las telecomunicaciones tienen para los territorios insulares y alejados. En las elecciones que tendrán lugar dentro de tres o cuatro años, los mítines a través de Internet serán una práctica habitual en España. Hoy nos estrenamos y pedimos anticipadas disculpas por cualquier fallo que se pudiera producir”.

Cuando a la vuelta de los años, de los lustros, ese tejido digital ya permeabiliza nuestras vidas, no dejó de insistir sobre la necesidad de mejorar nuestra conectividad digital; porque a los ultraperiféricos los convierte en céntricos si son capaces de aportar buenos contenidos. Pero puso más énfasis en los últimos tiempos en la conectividad física: las comunicaciones e infraestructuras terrestres, marítimas y aéreas. En instalaciones que ahora se miran con recelo, pero que son el puente más sólido hacia esa plataforma entre continentes en la que se han puesto tantas esperanzas. Adán Martín diseñó lo que se llamó la Red Transcanaria de Transportes y el Eje Transinsular de Canarias ( https://www.gobiernodecanarias.org/transportes/eje_transinsular/ ), como la mejor y más grande oportunidad para unir a Canarias y, sobre todo, para lograr sinergias que generen riqueza y empleo. Y lo siguió alentando después, hasta el final de sus días.

En su última conferencia pública, en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, insistió: “Necesitamos las comunicaciones si queremos ganar centralidad, si queremos salir de la marginalidad, si queremos tener una oportunidad en la globalización… Si tuviéramos una conectividad barata y formáramos realmente un colectivo de dos millones de personas plenamente integrado, surgiría todo un abanico de nuevas posibilidades empresariales y de empleo… Y creo que estamos olvidando que, para alcanzar ese auténtico mercado único interior, necesitamos financiar entre diez y quince obras importantes en comunicaciones terrestres, marítimas y aéreas para intentar que concluyan entre 2010 y 2020… pero no en el año 2030, como va a suceder a este paso”.

Fue un llamamiento persistente, al margen de las modas dominantes. Porque era muy consciente, además, de que las actuales restricciones presupuestarias podían retrasar el acercamiento entre las islas y con el mundo, clave para llegar a ser un auténtico nodo atlántico. Insistió tanto en ello como para que esta reseña quiera ser también eco de la última y más tenaz de sus visiones, de sus mensajes. Porque estaba convencido de que el potencial creador desarrollado en las tres últimas décadas puede ser la palanca de nuestro futuro si logramos romper el estrangulamiento histórico de las comunicaciones.

Biografía

Adán Martín Menis nació el 19 de octubre de 1943 en Santa Cruz de Tenerife. Estudió en las Escuelas Pías y en 1960 se trasladó a Barcelona para continuar su formación. Ingeniero Industrial y diplomado en Dirección de Empresas por la ESAE, inició su carrera política en la UCD (Unión de Centro Democrático) en el año 1979 y como teniente de alcalde del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, a las órdenes de Manuel Hermoso. Elegido presidente del Cabildo de Tenerife en 1987, ya con la Agrupación Tinerfeña de Independientes (ATI), desempeñó el cargo durante doce años. En 1999 y en las filas de Coalición Canaria (CC) entró a formar parte, como vicepresidente y consejero de Economía y Hacienda, del Gobierno de Canarias presidido por Román Rodríguez. Finalmente, fue presidente del Gobierno de Canarias entre 2003 y 2007, primero en coalición con el Partido Popular (PP) y, a partir de mayo de 2005, con un ejecutivo exclusivamente nacionalista. Retirado de la primera línea política, falleció en octubre de 2010, cuando estaba a punto de cumplir 67 años.

Publicado en el Anuario de Canarias 2011: https://www.anuariodecanarias.es/anuario-2010/el-ultimo-mensaje-de-adan-martin/

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Canarias España Política

Voto alternativo local: 1 de cada 3 en Canarias, 1 de 5 en España

(Análisis de la dispersión del voto en Canarias hacia partidos y agrupaciones pequeñas en las elecciones municipales de 2011)

Si las elecciones municipales del 22 de mayo de 2011 en España tendieron a una mayor dispersión hacia el voto alternativo frente al de los grandes partidos representados en el Congreso, en Canarias esa tendencia fue aún más acusada. Y eso, a pesar de que el escenario municipal canario estaba ya en 2007 mucho más disgregado que el español.

El voto alternativo en Canarias avanzó más que en el conjunto de España: 5,5 puntos porcentuales, frente a los 4,7 puntos en el ámbito estatal.

Ese voto municipal que se aleja de las opciones mayoritarias fue ejercido por el 33% de los canarios que acudieron a las urnas y no votaron ni a PP, PSOE o CC (partidos con asiento en la Carrera de San Jerónimo) frente al 21,7% en España, (NCa no está en el Congreso y su 5,5% suma con los alternativos y agranda la distancia. Aun restándolo, las diferencias son apreciables).

Al margen de los que se abstienen, se ha ido conformando una bolsa muy amplia de ciudadanos desafectos a los partidos mayoritarios, donde se acaban de insertar en Canarias uno de cada tres ciudadanos que votan; mientras en el conjunto de España solo son uno de cada cinco.

Y se dio otra diferencia sustancial en Canarias: El voto alternativo no fue el que más avanzó, como en Península, ya que el voto municipal al PP canario creció 7 puntos frente a los 2 puntos en España. Fueron las dos únicas opciones que aumentaron en las Islas, ya que tanto PSOE (-8 puntos), CC (-1,4 puntos) y NC (- 0,2) vieron reducido su respaldo municipal.

Si el pasado miércoles analizaba en esta mismas páginas de EL DÍA la evolución del voto alternativo en los comicios autonómicos ( http://bit.ly/itVTbQ), hoy comparamos los cambios que ha experimentado en las elecciones municipales. Y utilizo los mismos criterios empleados en el balance hecho el pasado viernes (http://bit.ly/voto22M ) para el escenario municipal español, para facilitar las comparaciones. Es decir; entendemos el voto alternativo como la suma de los votos nulos y blancos y los obtenidos por partidos y formaciones que hoy no tienen representación en el Congreso de los Diputados.

El PSOE perdió en Canarias 8 puntos (frente a los 7 estatales) y se quedó con el 22% de los votos. El PP ganó 8 puntos, al subir hasta el 27,4%. CC redujo su respaldo 1,4 puntos, hasta el 22%. Y NCa, que podía haber despertado una ligera recuperación como IU en España, redujo ligeramente su apoyo en 0,2 puntos, a pesar de sus alianzas con otros partidos.

Los depositarios más significativos en el voto alternativo municipal, con más de 5.000 papeletas, son: Nueva Canarias-Nca (51.230 votos 5,5% del voto municipal en Canarias), IUC (22.695, 2,47%), Alternativa Si se Puede por Tenerife-ASSPPT (16.570, 1,80%), UPyD (6.814, 0,74%) PPMajo (4.545, 0,49%), PIL (4.920, 0,53%), RA (8.959, 0,97%), CCN (6.223, 0,69%), CIUCA (8.564, 0,93%), Votos en blanco (20.813, 2,21% ) y Votos nulos: 22.245, 2,36%).

Los Verdes, que consiguieron 18.777 votos en las autonómicas canarias, no lograron presentarse en ayuntamientos.

El análisis del nuevo mapa indica que la progresión del voto alternativo lo sitúa por encima de la primera fuerza política y disgrega en mayor medida las opciones de izquierda y nacionalistas, porque no ha afectado al PP, o lo ha hecho muy poco.

Un nuevo fenómeno: el activismo digital

Es especialmente interesante estudiar este tipo de voto porque es la primera vez en la historia en que existe una instancia, una fuerza sin líderes ni sedes ni registro, que ha llamado fuerte hacia el voto alternativo a través, sobre todo, de Internet. No lo hizo hacia la abstención o la inhibición, sino hacia una participación muy crítica con los poderes establecidos. Una participación que, al revés que otras veces, sube cuando el PSOE baja.

Parece claro que el movimiento #15M y etiquetas similares (#democraciarealya, #nolesvotes, #spanishrevolution, #acampadatenerife, #acampadalaspalmas) han tenido una evidente influencia en el crecimiento del voto alternativo, por su intenso activismo durante toda la semana anterior al 22-M y por la acaparación de la agenda mediática en los días previos.

Pero se ha producido una curiosa diferencia entre la Península y las Islas: Si allí derivó en un escaso crecimiento de dos puntos en el voto al PP, pero en una fuerte ganancia de comunidades autónomas y alcaldías, en Canarias los siete puntos de crecimiento del PP no los ha rentabilizado tanto en cuotas de poder. Como ocurre en Cataluña y en el País Vasco, la existencia de CC constituye en las Islas una barrera poderosa al bipartidismo.

En cualquier caso, en los ayuntamientos canarios, PSOE y CC cedieron muchos más votos hacia la derecha que hacia la izquierda, mucho más representada en ese «voto alternativo» del que venimos hablando. Y se dio la circunstancia de que CC avanzó 0,75 puntos y dos escaños en las elecciones autonómicas; y retrocedió 1,4 puntos y trece concejales en las municipales.

Los movimientos en el mundo digital (redes sociales y blogs) empujaron en el Archipiélago a muchos hacia la periferia del sistema, sobre todo por la izquierda y en el ámbito local. Abona también esa idea el hecho de que todas las encuestas fallaron en lo referido a la magnitud del descalabro del PSOE, mucho más intenso de lo predicho en Canarias y en España, por las movilizaciones de los últimos días, tanto on-line como off-line.

Hasta podría concluirse que CC y PSOE han conservado en Canarias sus bases más fieles, su suelo, mientras que los descontentos o desencantados se inclinaron hacia el PP y hacia el voto alternativo (incluidas las papeletas nulas o en blanco, que se duplicaron pasando del 2% del año 2007 al 4,5% del pasado domingo).

Hasta la última semana de la campaña, se consideraba que la influencia de Internet iba a ser algo significativa; pero se incrementó bastante al final. Hoy ya nadie puede negar que ha movido la silla en gobiernos autonómicos y ayuntamientos. Y quizá no tanto por su capacidad para animar a un voto en concreto como para disuadir de apoyar a algunas opciones.

En el futuro esa inmensa bolsa de voto alternativo puede crecer si el ciberactivismo se refuerza y se organiza. Pero también puede reducirse si la situación económica mejora o si los partidos mayoritarios adaptan sus estrategias al nuevo escenario y/o se hacen más permeables a las nuevas demandas. Porque no bastará con tener a los afiliados y simpatizantes bien agrupaditos en los perfiles de las redes sociales.

Ganarán más terreno quienes sean más capaces de retener o atraer hacia sus siglas a ese inmenso colectivo «alternativo», que poco tiene que ver con los tradicionales abstencionistas; desinteresados y desinformados las más de las veces.

Por eso, ya dentro de un año, la batalla electoral en la Red será más intensa y con más largo recorrido que los improvisados y últimos desembarcos en Facebook, Twitter o Youtube.

@danielcerdan

P.D.- Si las cifras no coinciden exactamente con la suma de las oficiales es porque el voto nulo no computa como voto expresado.

Publicado el 30 de Mayo de 2011 en El Día

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El voto alternativo en España: efecto de las redes sociales en la «ola PP»

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Canarias España Política

El voto alternativo en España: efecto de las redes sociales en la «ola PP»

El llamado voto alternativo (la suma de los que que no obtuvieron representación en el Parlamento de Canarias y el voto nulo y blanco), se triplicó en Canarias el 22 de Mayo de 2011 en las elecciones autonómicas. Ha pasado de los 42.023 votos de 2007 a los 118.340, un 12,4% del voto expresado, frente al 4,6% de hace cuatro años.

Es la expresión de los ciudadanos que fueron a las urnas pero no votaron a ninguno de los cuatro formaciones que han llegado al nuevo Parlamento de Canarias : PP (31,8% del voto), CC (24,9%, que integró ahora a CNN), el PSOE (21%) y NCa (9,1%, que agrupó a NC, al PIL y a Socialistas por Tenerife, escisión del PSOE).

En este cómputo del voto alternativo en Canarias se incluyen seis candidaturas: Alternativa Canarias Si se Puede- ACSSP (19.372 votos), Verdes (18.777 ), UPPyD (9.041 ), CGCa (7.387), IUC (6.889) y ANC (6.481).

Para su cáculo no he contabilizado las mínúsculas formaciones con menos de 5.000 votos; que fueron catorce y que hubieran sumado otros 28.000 votos más, elevando el porcentaje anterior en casi tres puntos, por encima del 15% . Y no se tienen en cuenta tanto por su pequeñez como, sobre todo, por el hecho de que no siempre se presentaron en 2007. Tampoco se ha considerado el voto que hace cuatro años obtuvo CNN y PIL, ya que en esta ocasión estan integrados en formaciones que han llegado la cámara autonómica.

En cualquier caso, para contextualizar su dimensión, esos 118.000 votos representan más de la mitad del apoyo a CC (225.757) y dos tercios del que obtuvo el PSOE (190.710)

No es un voto uniforme, de ahí que nadie pueda reivindicarlo para sí. Porque agrupa tanto a personas que rechazan el sistema parlamentario o a sus partidos dominantes como a otras cercanas a calificativos muy diversos: «libertarios, progresistas, anticapitalistas, feministas, anarquistas, comunistas, socialistas, o ecologistas», según se expresa desde alguna de sus paginas webs, sin llegar a captarlos a todos.

Todo ese amalgamado colectivo ya existía antes. En su inmensa mayoría se situaba a la izquierda del PSOE; incluyendo en Canarias a Izquierda Unida, que nunca ha llegado aquí al Parlamento.

Pero en la semana previa a las elecciones se vió impulsado por un movimiento diverso, sin cabeza o liderezgos concretos, y sin una nominación única. Su germen fue sembrado en febrero en las redes sociales y blogs mediante la etiqueta #nolesvotes. Surgieron luego múltiples ramas como #15M, #spanishrevolution #DemocraciaRealYa #AcampadaSol y otras múltiples «acampadas» en las principales capitales provinciales (#acampadatenerife #acampasadalaspalmas).

Ese movimiento de los también llamados «Indignados» ha tenido efecto significativo en los resultados, en España y en Canarias, más allá de que unos lo sobrevaloren u otros lo minimicen. Al principio se concretó por #Nolesvotes en el rechazo al voto a PSOE, PP y CIU (los tres partidos que aprobaron la llamada «Ley Sinde», la norma antidescargas libres de internet). Pero lo cierto es que, al final, concentró sobre todo sus efectos en los socialistas. Y, en menor medida, en otros partidos con responsabilidades de gobierno autonómico o local como CIU, PNV y CC, o en el PP.

Solo encuestas postelectorales muy bien hechas y precisas podrán concretar con cierto nivel de fiabilidad el coste o beneficio que ha supuesto para cada partido parlamentario. Sería irrelevante si a todos les restara votos por igual. Pero, si el impacto negativo se concentró mucho en Zapatero y sus siglas, como coinciden los analistas, fueron sus contrincantes (PP, CC y NC en Canarias) los que optimizaron en escaños propios los réditos matemáticos y electorales de la protesta; y no los acampados en las plazas o los partidos extraparlamentarios o alternativos.

Un estudio mínimamente profundo confirmaría que el principal beneficiario «matemático» y electoral de toda la «movida» de las acampadas y el #15M en el conjunto de España ha sido el Partido Popular; para asombro de una buena parte de los «protagonistas de la indignación». Por eso ya el lunes colgué en Twitter un adelanto de esta conclusión: «@danielcerdan: #spanishrevolution deviene en España en «revolución conservadora» y en #Canarias allana pacto de centro-izquierda CC – PSOE»

A nivel insular y local, donde los cocientes matemáticos son mucho más reducidos, la conversión en concejalías del voto alternativo en Canarias se ha multiplicado por diez: 216 concejalías frente a las 20 del año 2007 (sin contar entonces al CCN). Obtuvieron ahora concejales 35 agrupaciones o pequeños partidos que atrajeron el 20,8% del voto municipal útil de Canarias: Un porcentaje semejante al del PSOE (21,9%) y CC (22%), cuatro veces superior al de NC y cinco puntos inferior al PP (27,4%). (Para que luego algunos de los grupos parlamentnarios se quejen de las distorsiones de la ley electoral)

Esos 216 concejales «alternativos» ya representan casi una cuarta parte de los 1.191 que obtuvieron los siete partidos representados en el Parlamento Canario : PP, PSOE, CC-CCN, y NCa (NC-PIL-Socialistas por Tenerife)

Internet, y sobre todo su segunda capa (redes sociales y blogs), han tenido que ver con este fenómeno, que traslada a la política canaria la conocida teoría de The Long Tail (La Larga Cola)

Porque la red y su trama inmensa de medios sociales (individuales o colectivos) han cambiado las leyes de distribución y las reglas del mercado. Y comienza a hacerlo, ahora también, en el mercado de la política.

Publicado en El Dia el 27 de Mayo de 2011

Otros análisis sobre las elecciones del 11 de Mayo de 2011:

Voto alternativo local: 1 de cada 3 en Canarias, 1 de 5 en España

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Canarias España

Voto alternativo en Canarias, redes sociales y “La Larga Cola”

(Análisis del voto en las elecciones autonómicas de 2011)

El llamado voto alternativo (la suma de los que que no obtuvieron representación en el Parlamento de Canarias y el voto nulo y blanco), se triplicó en Canarias el 22 de Mayo en las elecciones autonómicas. Ha pasado de los 42.023 votos de 2007 a los 118.340, un 12,4% del voto expresado, frente al 4,6% de hace cuatro años.

Es la expresión de los ciudadanos que fueron a las urnas pero no votaron a ninguno de los cuatro formaciones que han llegado al nuevo Parlamento de Canarias : PP (31,8% del voto), CC (24,9%, que integró ahora a CNN), el PSOE (21%) y NCa (9,1%, que agrupó a NC, al PIL y a Socialistas por Tenerife, escisión del PSOE).

En este cómputo del voto alternativo en Canarias se incluyen seis candidaturas: Alternativa Canarias Si se Puede- ACSSP (19.372 votos), Verdes (18.777 ), UPPyD (9.041 ), CGCa (7.387), IUC (6.889) y ANC (6.481).

Para su cáculo no he contabilizado las mínúsculas formaciones con menos de 5.000 votos; que fueron catorce y que hubieran sumado otros 28.000 votos más, elevando el porcentaje anterior en casi tres puntos, por encima del 15% . Y no se tienen en cuenta tanto por su pequeñez como, sobre todo, por el hecho de que no siempre se presentaron en 2007. Tampoco se ha considerado el voto que hace cuatro años obtuvo CNN y PIL, ya que en esta ocasión esta? integrados en formaciones que han llegado la cámara autonómica.

En cualquier caso, para contextualizar su dimensión, esos 118.000 votos representan más de la mitad del apoyo a CC (225.757) y dos tercios del que obtuvo el PSOE (190.710)

No es un voto uniforme, de ahí que nadie pueda reivindicarlo para sí. Porque agrupa tanto a personas que rechazan el sistema parlamentario o a sus partidos dominantes como a otras cercanas a calificativos muy diversos: «libertarios, progresistas, anticapitalistas, feministas, anarquistas, comunistas, socialistas, o ecologistas», según se expresa desde alguna de sus paginas webs, sin llegar a captarlos a todos.

Todo ese amalgamado colectivo ya existía antes. En su inmensa mayoría se situaba a la izquierda del PSOE; incluyendo en Canarias a Izquierda Unida, que nunca ha llegado aquí al Parlamento.

Pero en la semana previa a las elecciones se vió impulsado por un movimiento diverso, sin cabeza o liderezgos concretos, y sin una nominación única. Su germen fue sembrado en febrero en las redes sociales y blogs mediante la etiqueta #nolesvotes. Surgieron luego múltiples ramas como #15M, #spanishrevolution #DemocraciaRealYa #AcampadaSol y otras múltiples «acampadas» en las principales capitales provinciales (#acampadatenerife #acampasadalaspalmas).

Ese movimiento de los también llamados «Indignados» ha tenido efecto significativo en los resultados, en España y en Canarias, más allá de que unos lo sobrevaloren u otros lo minimicen. Al principio se concretó por #Nolesvotes en el rechazo al voto a PSOE, PP y CIU (los tres partidos que aprobaron la llamada «Ley Sinde», la norma antidescargas libres de internet). Pero lo cierto es que, al final, concentró sobre todo sus efectos en los socialistas. Y, en menor medida, en otros partidos con responsabilidades de gobierno autonómico o local como CIU, PNV y CC, o en el PP.

Solo encuestas postelectorales muy bien hechas y precisas podrán concretar con cierto nivel de fiabilidad el coste o beneficio que ha supuesto para cada partido parlamentario. Sería irrelevante si a todos les restara votos por igual. Pero, si el impacto negativo se concentró mucho en Zapatero y sus siglas, como coinciden los analistas, fueron sus contrincantes (PP, CC y NC en Canarias) los que optimizaron en escaños propios los réditos matemáticos y electorales de la protesta; y no los acampados en las plazas o los partidos extraparlamentarios o alternativos.

Un estudio mínimamente profundo confirmaría que el principal beneficiario «matemático» y electoral de toda la «movida» de las acampadas y el #15M en el conjunto de España ha sido el Partido Popular; para asombro de una buena parte de los «protagonistas de la indignación». Por eso ya el lunes colgué en Twitter un adelanto de esta conclusión: «@danielcerdan: #spanishrevolution deviene en España en «revolución conservadora» y en #Canarias allana pacto de centro-izquierda CC – PSOE»

A nivel insular y local, donde los cocientes matemáticos son mucho más reducidos, la conversión en concejalías del voto alternativo en Canarias se ha multiplicado por diez: 216 concejalías frente a las 20 del año 2007 (sin contar entonces al CCN). Obtuvieron ahora concejales 35 agrupaciones o pequeños partidos que atrajeron el 20,8% del voto municipal útil de Canarias: Un porcentaje semejante al del PSOE (21,9%) y CC (22%), cuatro veces superior al de NC y cinco puntos inferior al PP (27,4%). (Para que luego algunos de los grupos parlamentnarios se quejen de las distorsiones de la ley electoral)

Esos 216 concejales «alternativos» ya representan casi una cuarta parte de los 1.191 que obtuvieron los siete partidos representados en el Parlamento Canario : PP, PSOE, CC-CCN, y NCa (NC-PIL-Socialistas por Tenerife)

Internet, y sobre todo su segunda capa (redes sociales y blogs), han tenido que ver con este fenómeno, que traslada a la política canaria la conocida teoría de The Long Tail (La Larga Cola)

Porque la red y su trama inmensa de medios sociales (individuales o colectivos) han cambiado las leyes de distribución y las reglas del mercado. Y comienza a hacerlo, ahora también, en el mercado de la política.

(Publicado en El Dia)

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Canarias Periodismo

Marcas canarias en Facebook

LAS REDES sociales se abren paso poco a poco en Canarias. Esta semana se ha vuelto a conocer una pequeña radiografía de la presencia de las marcas canarias en la principal de ellas, Facebook, que arroja un panorama no demasiado exultante: https://maspalomasahora.com/art/15967/cinco-marcas-canarias-superan-los-20000-seguidores-en-facebook

Solo cinco marcas superan en Canarias los veinte mil seguidores, a pesar de que el número de cuentas en Facebook abiertas en las Islas debe rondar las cuatrocientas mil. El dato puede ser indicativo de dos causas fundamentales y superpuestas. La primera, que carecemos de marcas propias con mucho arrastre social o con gran implicación emocional entre sus clientes; un detalle importante para que estos se decidan a sumarlas a su tablón de noticias en Facebook. La segunda razón puede derivarse del «amateurismo» que impera en la gestión de las redes sociales, a pesar de la multitud de cursos y jornadas sobre ese nuevo oficio que se ha dado en llamar «community manager», y que no es otra cosa que el viejo portavoz (pero ahora interactivo) de la marca en los medios digitales.

Se predican nuevas ideas sobre cómo una marca se ha de relacionar con sus clientes o amigos, pero en general se es incapaz de abandonar los viejos clichés publicitarios, la repetición diaria y constante de invitaciones al consumo, con ofertas, concursos y juegos donde las marcas aportan escaso valor a sus seguidores y, por el contrario, ponen en evidencia, solo y casi exclusivamente, sin interés por vender o ganar seguidores por el procedimiento que sea. Nadie construye así relaciones fuertes y duraderas. Lo que era una gran oportunidad la están desaprovechando, porque han visto en las redes sociales -y sobre todo en Facebook- un medio publicitario barato, sin darse cuenta de que los usuarios de estas redes buscan información pertinente para sus intereses y no mera publicidad.

Muchos perfiles de marca se han «exprimido» y abarrotado tanto con mensajes absurdos como para quedarse estancados apenas nacer.

En internet no hay distancias ni ultraperiferia. Todas las marcas están a un clic. Y, si las empresas canarias no son capaces de interactuar bien en el mundo relacional que abren las redes sociales, serán otras las que ganen la atención de los ciudadanos; justo en una época en la que la «atención» es un activo de primer orden, aunque no lo reflejen balances y cuentas de resultados.

Con retraso, los partidos y los líderes políticos canarios -marcas al fin y al cabo- se han incorporado también a Facebook y Twitter, pero -salvo muy contadas excepciones- con los mismos vicios y defectos que caracteriza la presencia de las empresas. Vienen apremiados por unas elecciones inminentes que les empujan a usar las redes sociales para lanzar micromítines a diario. Como si hubieran olvidado que la gente no va ya a los mítines, y cuando lo hace está ya absolutamente convencida.

Publicado en El Día.