Cada uno somos tiempo escaso,
caminar de segundos
entre dos momentos.
Prestamos atención a lo efímero,
al saqueo imposible del mundo:
vano acopio sin valor
que siempre perdemos.
Casi todo tiene un precio,
pero valor, solo el tiempo.
Urge no perderlo,
elevarnos a nuestro mejor Yo,
desnudar su frontera con Vosotros,
dinamitar el muro con el Ellos;
y levantar un Nosotros nuevo
sobre cimientos que rescaten
lo perdido en pasados tiempos muertos.
Urge una gramática más sencilla,
donde más nos conjuguemos
en primera persona del plural.
Y urge un nuevo algoritmo
para el digno egoísmo de lo nuestro.
Solo un Nosotros puede vencer a la muerte,
preservar el mundo, dignificándonos,
Solo el Nosotros puede crear un tiempo inabarcable.
Cada uno somos segundero finito,
sobrellevada herencia,
nutriente de futuro,
que aspira a ser rastro fértil
para el tiempo de los otros venidero.
Hey, Nosotros:
¡Desperecémonos!
Abajo las legañas que nos callan:
Fundemos el tiempo de lo nuestro.
Hey, Nosotros!
¡Felices días nuevos!
Reunid en cada jornada
horas de primavera esperanza,
criaturas de verano alegre,
cosechas de maduro otoño,
descansos de recogido invierno.
Un día intenso es un año entero.
Hey, Nosotros:
¡Desperecémonos!
Nos queda poco tiempo
y muchos días nuestros.